El insomnio letal familiar (ILF) es una enfermedad muy poco común que sufren un centenar de personas en todo el mundo. Lo curioso es que cerca de la mitad de los afectados (40) son españoles y la mayoría proceden del País Vasco. La mutación de un gen concreto provoca un 50% de probabilidades de padecerla.
El principal síntoma es el insomnio que provoca un desgaste neuronal y progresivo, hasta llevar a la muerte en menos de un año. En estados iniciales, los afectados no pueden dormir y sufren pérdida total de la atención, trastornos de movimientos, falta de equilibrio y, finalmente, demencia. El ILF se desarrolla, a menudo, a los 50 años, pero puede afectar a cualquier edad. Hasta hoy, todos los afectados han fallecido.
INSOMNIO EN LA VEJEZ
Si bien el insomnio afecta cada vez más a toda la población, es la tercera edad el segmento más afectado, quizá porque con los años disminuye el sueño profundo y aumenta la cantidad de despertares nocturnos. Además, la duración del sueño nocturno se reduce hasta un promedio de seis horas. Con todo, no es que disminuya la necesidad de dormir, sino la capacidad de hacerlo. En la vejez también se dan cambios en el ritmo circadiano, que provoca sentir sueño al anochecer y despertarse mucho antes. Es un error pensar que en la senectud no es necesario dormir tanto y que no es un problema. Esto, sumado a la poca importancia que se le da a la cantidad y la calidad del sueño, favorece que a menudo el insomnio a estas edades esté infradiagnosticado./www.consumer.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario